miércoles, 22 de diciembre de 2010


Aunque sientas el cansancio;
aunque el triunfo te abandone;
aunque un error te lastime;
aunque un negocio se quiebre;
aunque una traición te hiera;
aunque una ilusión se apague;
aunque el dolor queme los ojos;
aunque ignoren tus esfuerzos;
aunque la ingratitud sea la paga;
aunque la incomprensión corte tu risa;
aunque todo parezca nada;
¡VUELVE A EMPEZAR!

Si pudiéramos ver en reversa tan sólo unos segundos, sin juzgar, sin tener miedo ni rencores, si pudiéramos ver lo que es nuestra vida por unos segundos, con la cabeza fría, ¿qué se nos viene a la mente? ¿Qué es lo primero que pensamos? Pensamos en esos momentos súper pequeños que llegaron inesperadamente, sin ser planeados que nos llenaron de felicidad, y nos hicieron sentir vivos...

La vida se basa de los recuerdos y de los pequeños momentos de felicidad, nosotros mismos somos nuestros recuerdos, porque somos lo que en un pasado lejano o cercano nos marcaron, entonces en ciertas palabras somos nuestro pasado, pero hay que diferenciar entre serlo y vivir en él.

Somos nuestro pasado y siempre recordamos lo felices que fuimos en él, pero hay que pensar que hoy es el pasado de mañana, así que hoy se tiene que vivir, crear momentos para que un día cuando nos detengamos digamos, no desperdicio mi vida, fui, soy y estoy seguro de que en mi futuro también seré feliz.